Flamenco Paisaje del Alma
Es Gilles un personaje interesante y contradictorio, como la ciudad misma que eligió hace ya más de tres décadas para desarrollarse personal y profesionalmente. Desde su nacimiento fue Gilles eso que se conoce como “ciudadano del mundo”: de orígenes franco-chileno-vietnamitas, desde muy joven buscó, en diferenter lugares y con avidez casi desesperada, la belleza original, la auténtica se diría también, siempre tan dificil de hallar, y que él intentó encontrar primero en la arquitectura y la pintura -objeto de sus primeros estudios- y hallándola finalmente, creo, en sus dos grandes pasiones, la fotografia y el flamenco.
En nueva York trabajó con los grandes iconos del arte y la cultura de los vertiginosos años setenta y ochenta: Mapplethorne, John lennon, Miles Davis y muchos otros. En su ya citado viaje a Andalucía y durante sesiones en su estudio en los noventa y los primeros años de 2000 realizó las fotografias que hoy conponen esta exposición. Con todos desarrolló Gilles esa única forma de trabajar que combina la perfeccion técnica y la complicidad personal con el retrato y que resulta en obra artistica de gran belleza y originalidad. Con todos sus retratos consigue Gilles -¡nada menos!- superar la afirmación de Kafka de que el retrato fotográfico no hace sino mostrar simplificadamente la superficie plana de las personas, ocultando la iqueza interior de los seres humanos. grasias a Gilles podemos hoy apreciar no solamente los rostros y figuras de la Prerrata, el Lebrijano, el Cabrero, la Yerbabuena o el Pipa, sino también su duende, esa riqueza interior y profunda que el escritor de Praga tanto echaba de menos en el entonces joven arte de la fotografia
Enrique Ojeda Vila – Director Gerente de la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo
